PERROS GUIRET |
Estaba anunciada lluvia así que decidimos salir pronto y recrearnos un poco en Trégastel. La zona era digna de ser admirada por lo que practicamente era media mañana cuando decidimos acercarnos a Perros Guiret, centro neurálgico de "la costa de granito rosa" y lugar que no habíamos podido visitar la jornada anterior por culpa del cansancio. Digno de admirar, si no hubiera sido por el diluvio que comenzó a caer en medio de nuestro paseo, y que nos obligó a esperar en el lugar cerca de dos horas. Realmente cuando en la Bretaña llueve, parece que no lo ha hecho nunca.
CARANTEC |
Acertamos de pleno. Entramos en el Hotel Fontaine, por cierto con personal agradable que incluso nos facilitó garaje para nuestros vehículos, y después de una buena ducha, decidimos continuar con nuestra ruta, esta vez de forma mas tranquila y con la intención de regresar pronto al hotel. El sol nos saludo y parecía otro día.
De esta manera nos dirijimos a Carantec bordeando la costa. Después de una rápida visita nos dirijimos a Roscoff, precioso pueblecito que ejercía de límite a la "Baie de Morlaix". El sol nos seguía acompañando, hasta hacia calor, así que después de tomarnos una Bierra en el puerto decidimos cenar antes de regresar a nuestro hotel en Morlaix. Otra vez la lluvia hizo acto de presencia y de noche caladitos llegamos. El día había sido duro, aunque lo que nos esperaba no era para menos.
ROSCOFF |
No hay comentarios:
Publicar un comentario