Día 8 - La Rochelle

La moto, el tiempo y sobre todo el cansancio nos estaba poniendo a cada uno en su lugar. Era sábado, habían previsto mucho calor y vaya si acertaron. Sabíamos que disponíamos de dos días de hotel reservados en La Rochelle, así que nos olvidamos de las rutas programadas para esos dos días. Partimos desde nuestro hotel, bueno por cierto, en La Roche sur Yon y nos dirigimos hacia el sur. No era cuestión de desaprovechar el día, así que directamente enfilamos hacia Ars en Ré.
Esta pequeña isla era una especie de escapatoria domingera para la ciudadanía de La Rochelle y alrededores. Se encontraba unida a la peninsula por un puente de autopista que para transitar por él, habíamos de pagar cuatro euros (los coches 16). Buen negocio. Eran much@s los que se dirigian a la isla en bicicleta que resultaba ser el vehículo por excelencia. Recorrimos la isla después de soportar un gran atasco para atravesar el puente antes mencionado. La isla estaba de gente y turismo hasta rebosar. El parecido de la isla con las Landas
francesas estaba garantizado.
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LA ROCHELLE |
Al atardecer nos dirigimos definitivamente hacia nuestro destino : La Rochelle. El hotel escogido estaba a escasos seiscientos metros del centro de la ciudad y justo enfrente de una "sagardotegi vasca" que nos hacia recordar la cercanía de nuestra Euskal Herria. Después de ducharnos y ponernos guap@s nos acercamos al centro de La Rochelle en donde se respiraba verano, turismo, glamour y apetito para cenar, además de un ambiente muy bonito. Había mucha gente, allí parecía que la actualidad no iba con ell@s, los barcos y yates que fondeaban en el puerto nos hacía olvidar la realidad con la que nos encontraríamos al llegar a nuestra cotidiana vida.
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LA ROCHELLE |
Se podía distingir claramente la zona "beep" y la zona barata. Después de cenar nos perdimos entre la gente y poco a poco, nos fuimos acercando al hotel. El ambiente de La Rochelle nos había impactado.
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